viernes, 27 de abril de 2012

VI .- Asesinato en Paramos del Poniente


VI .- Asesinato en Paramos del Poniente
Durante una semana estuvimos patrullando las zonas aledañas al cuartel, después de la captura de su líder los Gnolls eran totalmente desorganizados, caían presos fácilmente, y todos los que capturábamos con vida eran llevados a las mazmorras de Ventormenta, idea que me parecía descabellada, aun en mi mente resonaban las palabras del Alguacil Dughan.

- ¿Qué ha hecho QUÉ?, - mientras se agarraba el cabello con tal fuerza que casi lo desprendía, - Genial, ahora tenemos una bestia sanguinaria justo bajo las calles de Ventormenta con todo un ejército de Gnolls a su disposición. Qué gran mejora, ya me siento más seguro.

Al mediodía, cuando terminábamos de almorzar llego una persona a informarnos de un asesinato que había ocurrido en el camino al otro lado del puente en la finca de Jansen, al recibir la información Rainer me designo para que auxiliara a un experto investigador de crímenes , nos dirigimos al lugar y una hora de camino encontramos la escena, al verla el investigador saco de su equipaje unas extrañas cosas, han de ser gnómicas por lo exótico, echaban luces de color rojo que parpadeaban, el inmediatamente comenzó a investigar el área.

- Hotario como estas – dijo el investigador – Esto es un baño de sangre, teniente, han sido asesinados. – el investigador toco el cuerpo de la víctima – Según la temperatura del cuerpo, yo diría que no llevan muertos más de 6 horas. – vio el cuerpo del caballo bajo la carreta, le acaricio su cabellera y exclamo – Es  una vergüenza lo que han hecho a la vieja Blanchy.

- No se andan con bromas, novato… - dijo el Teniente – parece ser que pusieron la carreta … delante del caballo… - entre ellos se encontraba otro soldado, uno que paso justo hace 3 días por el cuartel, su apodo recuerdo era Napalmxx, era de cabello rubio un poco fornido, pero en fin me parecía rara la descripción que daba del accidente el teniente – el cual al ver al soldado lo quedo viendo fijamente y dijo en voz alta – No necesitamos que se involucre ningún vigilante civil, chico, Déjaselo a los profesionales.

- Señor y ¿quiénes eran ellos?  - interrogue debido a que todo quien pasaba los quedaba viendo apesarados.

- Eran unos Inútiles,  Los Cejade han estado ocupando la finca de Jansen durante cinco años, y los inútiles nunca lograron arreglar su… carro. A pesar de eso, lo que se extiende en el suelo ante nosotros es un Asesinato, y es imperativo resolverlo.

- Estoy a sus órdenes señor, siempre y cuando esto no interfiera con las labores que desarrolla el alguacil de Paramos del Poniente.

- Mira este es el trato cabo, tenemos un sangriento asesinato entre las manos. Doble homicidio… simple caballo…cidio. – Pero eso no existe, o por lo menos eso creo – Y lo que es peor, estamos como tú dices en Paramos del Poniente. Podría tirar una piedra detrás de mí y le acertaría a una docena de vagabundos con motivos suficientes para querer borrar a esta gente… y al caballo… del mapa.

- al Caballo también? No hubiera sido mejor para ellos venderlo o comerlo?

- este…mmm… mira, ahora no se quien ha hecho esto y te aseguro que no me gusta en absoluto tener que venir a este estercolero a investigar – será de estiércol? – la muerte de una pareja de nómadas, pero que me cuelguen si no acabo encontrando al culpable. ¿Me vas a ayudar?

- claro señor.

- Bueno ve a hablar con algunos vagabundos, ellos siempre saben algo, ve y ustedes curiosos, también ayuden no solo estén viendo, busquen información y si tienen alguna suéltenla – al decirlo varias de las personas que se encontraban salieron hacia la granja a buscar información acerca de lo acontecido con la esperanza de obtener una recompensa.

Me apresure a buscar cualquier pista que pudiese encontrar, pero la escena era grotesca, muchos aventureros estaban liándose  a golpes con los pobres vagabundos, humillándolos, así que los increpaba de evitar usar la violencia pero era imposible eran muchos así que desistí de seguir insistiendo.

Las personas se quejaban y eso me dolía mucho, pero lo que más me dolía eran los comentarios que escuchaba decir a los mismos pobladores.
 - ¡Parece que he encontrado un sabroso y limpio montón de tierra querida¡ ¡Esta noche cenaremos como reyes Sra. Pingüino¡
- ¡Acá hay unas raíces¡¡claro que  las compartiré contigo eres mi mejor amigo¡
- ¡Me muero de hambre no he comido nada en tres días!
- ¡Se acerca el día del juicio la hermandad renacerá!

Mire a unos ancianitos frente a una casa casi en ruinas y me dirigí a ellos, su rostro era triste.
- Buenas tardes amables ancianos, ¿Saben ustedes algo acerca del asesinato que ocurrió por la mañana?

- Escucha señorita soldado, no queremos problemas, ¿Vale? No vi quien los mato, ¡pero desde luego sí que lo oí! Muchos gritos, voces humanas… ¿Captas? Ahora lárgate de aquí antes de que cambie de idea y te de una paliza para quedarme con tus pertenencias y con tus botas.

- Gracias por su colaboración señor.

Me aleje de ellos, aun así después de su dureza, me sentí triste de no poder ayudarles, tantas personas vagando, sin buscar un propósito o algo productivo que hacer… bueno… hasta lo que hago yo es improductivo cada día cuanta sangre se derrama y nada bueno queda, solo mas odio. En eso vi una escena que en cierta forma me agrado uno de los que estaba agrediendo a golpes a los vagabundos, había sido confrontado por estos y le habían propinado una paliza.

- ¡No hay nada aquí que sea asunto tuyo, perro, idiota! ¡Lárgate!

- espérate ¿Lleva botas? ¡Quítaselas!, rápido ¡Regístrale los bolsillos! – inmediatamente cargue contra el que le estaba robando las botas, y con un fuerte golpe al suelo los intimide, uno de ellos aún estaba de pie frente a mí, pero en vez de reaccionar violento me vio, le extendió la mano al guerrero y me dijo:

- Calma muchacha, no te enojes tan fácil, que ellos no te temen a ti, si no a tu posición como soldado, mira, yo no vi quien los mato, pero me huelo algo. Olían a rico, como tú. Una pena. Los Cejade eran parte de este lugar. Muy amables, siempre estaban dispuestos a compartir una comida. – en eso se acercó un vagabundo que parecía tener influencia ya que todos los demás le mostraban respeto, era alto y fornido, se dirigió a mí.
- Retrocede te lo advierto! – exclame –

- Te vengo a decir cabo, quien fue el mato a los Cejade – se dio vuelta hacia los demás vagabundos - ¿Quién mato a los Cejade?, Yo te diré quién los mato: ¡EL REY VARIAN WRYNN, EL ES QUIEN LO MATÓ! Y también nos está matando a los demás. A todos los vagabundos, de uno en uno. Con sus guerras constantes, quitando a los hombres más aptos la oportunidad de obtener frutos de la tierra, de cazar, de pescar, el los lleva como borregos a los mataderos, primero de la Horda, luego del estúpido que se le ocurra destruir o conquistar el mundo, una guerra que está socavando los cimientos de lo que su padre le heredo. Sabes Cabo, lo único que puedo decirte es que vi a unos Gnolls que abandonaban el lugar pocas horas antes de que ustedes, los representantes de la “Ley” llegarán.

Dicho esto el y la mayoría de los vagabundos ingresaron a la casucha, el pobre guerrero estaba maltrecho caminaba con gran dolencia, lo lleve a donde habíamos establecido la carpa de mando, a duras penas caminaba, si no hubiera intervenido, lo más seguro es que por su imprudencia estuviera muerto. Al llegar inmediatamente le di los primero auxilios, sus heridas y moretones eran graves, el guerrero no portaba una buena armadura, vestía de tela y cuero, en eso entro el teniente a la carpa.

- Señor – mientras lo saludaba – tengo una pista, el líder de los vagabundos me dice que los Gnolls pueden ser la respuesta al asesinato.

- Si ya me habían comentado de eso, hay un Clan Zarparrío hacia el norte, tu encárgate de los Gnolls, no son los únicos sospechosos, también mencionan murlocs de playa larga, iremos con el investigador a ese lugar por la mañana.
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lunes, 23 de abril de 2012

Hogger


Cuatro días después,
- Hay esta soldados, el afamado lugar el cuartel de Arroyoeste, - la fortaleza de era imponente, no tanto como el castillo del rey pero su arquitectura y fortificación era envidiable, después de lo sucedido en nada se radio de vega del este me habían ascendido a cabo, y a mi cargo estaba una compañía de quince hombres.

- buenas tardes soldados, pero que por fin los refuerzos que tanto hemos solicitado llegaron, suele el ayudante de alguacil Rainer, es para mí un placer darle la bienvenida, podéis pasar para reconfortaros.

- gracias ayudante de alguacil Rainer, yo soy el ayudante de alguacil Ísabela, gracias por su amable hospitalidad mi Señor.

- Ísabela por fin envía ayuda el alguacil Dughan. Como podrás ver la mayoría de las personas que nos están ayudando no son precisamente del ejército, pero con tal que su corazón indiquen que nos ayude, me basta como referencia para apoyarme en ellos, verás Ísabela nuestra situación es, como mínimo apurada. Espero que pueda echarnos una gran mano. – dijo mientras los otros soldados daban la bienvenida a los que mí me acompañaban, la mayoría se conocía.

Tal parecía que nos estaban esperando, ya que nomás entrando nos tenían preparada una suculenta cena,

- su hospitalidad en envidiable Rainer, muy pocos lugares de los que visitado nos han recibido esta forma, y considerando que está en la línea de batalla.

- si lo sé verás, en las fronteras del bosque de Elwynn tenemos muchos problemas con Gnolls, son unas criaturas salvajes, que seguramente no están aquí por trabajo un grupo enorme de ellos, uno más numeroso del que podemos contener sólo, ha infectado los bosques que hay al sur de la torre de vigilancia.

- que tan numerosos son?

- muchos Ísabela, Pere se nos todo otro grupo ha infestado las áreas cercanas al lago del Hito al este.

- Prácticamente estas luchando en dos frentes.

- tres si consideramos que hay que proteger esta fortaleza, y el ejército de Ventormenta sé que elogian a todo aquello aventurero y soldados que ayuden a matarlos – exclamó en voz alta para que escuchase en las demás mesas – necesitamos planear un ataque, uno que debilite a los del sur que son los que más me preocupan.

- pero instó porque los del sur, ¿no son más riesgosos los del este que están casi en las puertas de Ventormenta y villa dorada?

- no solamente que considerar la cercanía a un lugar Ísabela, un buen soldado debe saber y conocer la capacidad táctica de su enemigo, y de esta forma analizar cuales representan un riesgo potencial mayor – bueno eso jamás se me habría ocurrido, pensé – hay un Gnoll enorme, Hogger, está al acecho en el bosque al sureste de Elwynn. Ha sofocado todos los intentos de capturarlo. Quizás porque hay tantas persona interesada en el aquí, esto se debe a que el ejército de Ventormenta ha ofrecido una generosa recompensa por atrapar al Gnoll, para ganarla, los caza recompensas han venido de todas partes para adentrarse mañana mismo en el bosque y eliminará esta bestia.  Y sabes llegar en el momento preciso para ayudarme liderar esta captura.

- perfecto así se hará!
POR VENTORMENTA! POR LA ALIANZA! Exclamaron al unísono los presentes.

Al día siguiente a las cinco de la mañana las trompetas sonaron en el castillo, todos los allí presentes, estaban listos, sus armas en manos, la realidad éramos pocos soldados a lo sumo unos 30, una gran mayoría eran viajeros y caza recompensas,  inmediatamente marchábamos hacia el sur la batalla fue totalmente dura, muchos voluntarios cayeron en combate, la situación era un caos, por más que trata hacemos de mantener el orden, tanto voluntario no hacía caso, mi espada estaba roja de tanta sangre de Gnolls y aun encontrábamos el cobarde Hogger,  ya casi eran las dos de la tarde y las tropas no daban con el paradero hasta que un grupo de aventureros lo encontró, inmediatamente nos dirigimos al lugar, era realmente fuerte esa bestia, regularmente se escondía detrás de los árboles para usar magia para curarse, pero por fin, no aguanto más y cayó de rodillas:

- NO HACER DAÑO A HOGGER – grito –

- ALTO, ¡CONTENGAN SUS ACEROS¡ - de la nada aparecieron dos poderosos magos y un hombre con formidable armadura.

- ¡GUAU¡ - exclamo la multitud - ¡El General Marcus Jonathan¡ - era uno de lo más laureados generales del ejército de VENTORMENTA y estaba allí!

- GRRR … - gruñía la bestia ante la presencia del General.

- ESTA BESTIA ENCABEZA LA BANDA DE GNOLLS ZAPARRIO Y PODRIA SER LA CLAVE PARA ACABAR CON LAS AGRESIONES DE LOS GNOLLS EN ELWYNN, Y HOY LO HEMOS ARRESTADO EN EL NOMBRE DEL REY VARIAB WRYNN.

- NOOOOOOO  - Gimió la bestia, pero los magos lo habían ya encadenado mágicamente y nada podía hacer.

- gracias, aventureros, soldados y ayudantes de Alguacil, - luego dirigiéndose a uno de los magos dijo - Llevamos a las mazmorras, Andromath. – Inmediatamente así como habían llegado, desaparecieron. Uno de los solados al ver mi rostro desencajado  me dijo:

- no se preocupe cabo, está no será ni la primera ni la última vez que esto sucederá, siempre el que prevé el mayor rango se queda con el mérito, bienvenida al ejército VENTORMENTA, - exclamo mientras se reía.

-  soldados basta de risa, al que juntar a los demás y marchar hacia el cuartel, no olviden traer todo lo que encuentren, algo podremos sacar de utilidad después, - exclamo Rainer, lo quede viendo ya que no logre comprender lo que estaba pasando – miré Ísabela esto es lo que se conoce como botín de guerra, todos estos GNOLLS que tú puedes ver ya no lo necesitan, están muertos, nosotros estamos vivos, por lo tanto no podremos necesitar. – mientras me abrazaba como si un padre abrazara a una hija – (realmente tiene mucho que aprender pequeña, no todo lo que brilla es oro, y en el ejército hay que saber subsistir, y créeme tu sueldo no ajusta, no te preocupes tendrás tu parte.) – me susurro.
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Aserradero Vega del Este


V.-  Patrullando Elwynn
Después de mi reunión en Ventormenta regrese a villa dorada, cuando llegue el alguacil me envió al aserradero de la vega del este, inmediatamente me dieron un caballo blanco del ejército real de Ventormenta junto con la compañía que me asignaron partimos en dirección al aserradero, la travesía fue de un día, al llegar nos encontramos con el guardia Tomás, él  se alegró al ver los refuerzos, no manifestó que se encontraba muy preocupado por unos soldados que hacía dos días se habían dirigido en dirección al norte y no tenían noticias de ellos, a nosotros se nos unió un paladín de nombre Artesano,  el cual sólo estaba de visita por estas Tierras, al día siguiente procedimos a dirigirnos al norte, a mediados de las tres de la tarde encontramos algo macabro al orilla del lago, no eran otras cosas que restos humanos, había unas cuantas señales de pelea, pero no se podía distinguir si era humano o no.

Regresamos al puente, en donde le explicamos a Tomás el hallazgo que tuvimos al norte, posteriormente nos dirigimos hacia al aserradero ahí nos encontramos con el alguacil McCree el nos manifestó que necesitaba nuestra ayuda, al parecer un matón de nombre James Clark se estaba alojando en el pueblo, después de planificar bien la estrategia, consideramos que lo mejor era arrestar al individuo por la noche, así que al anochecer procediendo con cautela rodeamos la casa, a mi señal uno de los soldados procedió a romper la puerta con una patada adentro estaba el, inmediatamente se acercó al fuego, el llevaba algo en sus manos al parecer su idea era destruir esa evidencia, rápidamente cargue hacia él lo cual permitió, que los soldados la presaran.

“Abajo se describe el proceso y el programa de excavación y transporte del oro de las minas de que Elwynn a nuestro puesto de mando en los páramos de poniente.

Programa de excavación:

Domingo: 12:30 PM
Miércoles 12:30 PM

Durante todos los días señalados, el oro extraído de las minas de Elwynn se recogerá en la plantación de calabazas de Brackwell. El agente encargado de estos cargamentos o “recolector” se reconocerá por su anillo grabado, un anillo que yo le di.”
El alguacil estaba muy alegre debido a que se había hecho justicia, aun así consideraba que no todos los implicados en el crimen del Howard días estaban bajo arresto, en yeso una figura misteriosa se nos acercó:

- buenas noches alguacil McCree, no estoy autorizado para darle mi nombre, lo que sí le puedo decir es que el IV-7 estar sobre el rastro este coleccionista, ya hemos oído hablar de ello pero no sabemos para quién trabaja. – dijo el hombre que ocultaba su rostro con una capa, pero que en su mano mostró la insignia con la cual comprobó que trabajaba para este grupo.-

- pero usted no ayudarán a resolver este misterio? – increpó el alguacil.

- claro pero necesitaremos que nos colabore con las fuerzas que cavan de llegar de Ventormenta – exclamó el encapuchado

- Mi nombre es Ísabela y este batallón ha sido asignado a mi cargo. – interveni.

- perfecto Ísabela un placer, me gustaría que por la mañana sus hombre estén disponibles para realizar el asalto. – dijo el misterioso encapuchado.

- ok Señores, si el coleccionistas está llevando oro de nuestras minas. ¡está robando al rey! Es necesario llevar ese coleccionista ante la justicia. Y tráeme a mí ese anillo que tanto se mencione la nota. Podría indicar nos para quién trabaja el coleccionista… La nota dice que el coleccionista se esconde la plantación de calabazas.- Increpo el alguacil

- sea alguacil no se preocupe que es ahí donde empezaremos a buscarlo, lo encontraremos hilo mataremos, no es así ayudante – Exclamo el encapuchado.

- claro si deseas a la voluntad del alguacil.

- Ponte las órdenes del señor  Ísabela, todo sea por Ventormenta y la alianza.

Al día siguiente por la mañana con los soldados procedimos hacia la plantación, al acercarnos el misterioso encapuchados nos dijo que esperáramos, que él se encargaría de los vigilantes, al cabo de 20 minutos volvió:

- está listo creo que él es la persona que se encuentre la cabaña, la mayor parte de los rebeldes se aglutinan en el establo unos cuantos están fue era comiendo y viviendo, será fácil sorprendernos tu entradas cabalgando por el norte y yo por el sur, tú te encargas del establo y yo con la mitad de su tropa entraremos a la cabaña,

- atención, soldados, ya escucharon marchemos en silencio y rodeamos.

Con el pelotón nos pusimos detrás de los árboles donde no pudieran vernos cuando ya el encapuchado hizo una seña con un Espejo, procedimos a cargar contra campamento enemigo los rebeldes que estaban fuera perecieron inmediatamente al cargarlos con nuestros caballos y ajusticiarlos, los que estaban dentro del establo ofrecieron una férrea resistencia, hasta que uno de los malos que se encontraba con ellos, sin querer comenzó un incendio en el granero. Aun así no sea que temían ninguno salió prefirieron morir. Por su parte el encapuchado logró su cometido con ayuda de algunos aventureros y soldados, si había hecho justicia, sólo espero que ahora el alguacil y el misterioso encapuchado puedan dar con el culpable.

Al regresar al aserradero el alguacil McCree me informó que había órdenes de regresar a villa dorada, así que al y estamos nuestros equipajes para regresar aquel lugar. Nuestra tarea en el aserradero había llegado a su fin había sido breve, pero fructífera a la vez.
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Vindicationis


IV.- VINDICATIONIS
Ciudad de Ventormenta  Tres días después. Una joven embozada en un manto se escabullía entre la muchedumbre, durante toda la tarde había estado dando vueltas por casi media ciudad sin poder encontrar el lugar que buscaba, ya exhausta de tanto trajín y de preguntar infructuosamente a varios mercaderes y transeúntes, sin recibir una respuesta oportuna,  estaba a punto de darse por vencida. – No puede ser que nadie conozca ese lugar, tiene que existir, no creo que todo lo que ha pasado sea en vano – la curiosidad había carcomido a esta joven, desde que había leído esa carta misteriosa hacía ya casi tres días, por último en el casco antiguo entro a un callejón,  en el cual había gente con aspecto muy sospechoso, parecían ser delincuentes, maleantes, a pesar de eso la joven incauta y confiada entro, confiaba en el tabardo que la identificaba como recluta del Ejército Real de Ventormenta,  los que estaban sentados al verla se callaron, un silencio penetrante se sintió, los presentes pusieron la vista en ella, - ese señor el debe saber, se ve que conoce mucho de la ciudad y ha de ser alguien de poder.

- Hola señor, buenas tardes.

- Buenas, - Respondió el señor de avanzada edad, más o menos unos 65 años tenía aquel venerable anciano,  - en que le puedo ayudar jovencita.

- Buscaba un lugar que conocen como el callejón desolladores.- el viejo la quedo viendo su expresión cambio drásticamente.

- Querrás decir el ¡Callejón Degolladores ¡, pero y que le podría interesar a una joven recluta del pomposo ejercito de Ventormenta de ese lugar?, a quien buscas? – al inquirir de esta forma, los presentes se aglomeraron hacia el viejo y la joven.

- Necesito llegar a ese lugar por asuntos… personales. – respondió la joven rápidamente empezando a ponerse nerviosa al estar rodeada de tantas personas.

- Mira Viejo “Beasley”, la princesita anda perdida, lo que creo es que busca el palacio de “papi” Varyan, jaja – dijo un joven fornido que se encontraba en la multitud,  los que se encontraban comenzaron a reírse también – Si como todos los guardias, deberíamos desquitarnos unas de tantas que nos han hecho.
- Calla “dedillos” nadie ha pedido tu opinión.

- Que te pasa viejo ahora defenderás a estos PERROS. – Ísabela sabía que esto se había tornado feo, y estaba lista ya para defenderse a cualquier costa.-

- Insensato, tú bien sabes que todo lo que me ha pasado es culpa del MALDITO ejercito de la Alianza, construyeron sus estúpidas torres atrás de mi granja, para que después los ESTUPIDOS orcos quemaran mi granja hasta los cimientos, y ahora que me queda? La corona no se responsabilizó por nada, no me queda más que mendigar que me den una limosna, o lustrar la armadura de un soldado por unos cuantos cobres, viejo y sin familia que me ayude, por ellos estoy en la MISERIA, ASI QUE CAYA. – el joven se apeno al oír el comentario. – Y tu – dirigiéndose a la joven – no deberías estar en estos lugares tan peligrosos, se nota que no eres de por aquí, cual es tu nombre.

- Ísabela, señor Beasley, soy la ayudante del Alguacil de Villanorte – respondió mientras aún mantenía su mano en el mango de su espada –

- Ayudante de Villanorte? Como lograste eso a tu edad? Y que te ha traído a Ventormenta niña?

- participe en la defensa de las tierras del valle e la reciente invasión de los orcos, a los que vencimos en fiera batalla, y es por motivos personales que debo ….

- Calla estúpida, viejo, no le creas, la perra lo único que busca es información, mejor matémosla – exclamo mientras le pegaba un empujón que casi le hace perder el equilibrio – upa te golpee muñequita.

- Cierra la boca – Ísabela en ese momento logra esquivar un puñetazo que le dirigía “dedillos”

- Vamos LENNEY DALE SU MERECIDO A ESA PERRA – gritaba la multitud, “dedillos” saco dos armas de puño y se las coloco mientras era vitoreado por los vagos.

Ísabela aprovecho para desenfundar su espada y cargar contra el, golpeando con el mango de la misma en la boca del estómago, - Ah perra – al tiempo que descargaba tremendo puñetazo al rostro de la joven, la cual intercepto a duras penas con su Escudo de madera y uniones de hierro, el cual cedió debido a la potencia del golpe – JAJAJA – rio dedillos, al ver el rostro de Ísabela.

- (es bastante fuerte, no puedo dejar que me alcance con sus golpes o estoy perdida), rápidamente con un empujón lo alejo de ella, dedillos arremetió nuevamente , pero fallo, lo había logrado esquivar, aprovecho para desgarrar su brazo a la altura del hombro con su espada – Desgraciada – grito enfurecido, se acercó nuevamente pero esta vez logro golpearla en el abdomen, pero la cota de malla resistió el golpe. – Vamos a ver que tanto dura tu hojalata – al decir estas palabras arremetió nuevamente, pero esta vez en vez de esquivar paro el ataque con su espada, sosteniéndola con ambas manos,  dedillos trato de calar un izquierdazo pero antes la joven de una patada golpea sus partes íntimas….. – UUUGH – grito la multitud.-

Con su oponente en el piso, cargo contra él, y comenzó a darle de patadas, haciendo casi imposible que se pudiese levantar, pero “dedillos” agarro su pierna, y aprovechando su fuerza la tiro al suelo, ella respondió con otra patada al rostro, lo que únicamente enfureció más a su atacante, ambos se incorporaron,  Isabela cargo con todo, pero de un fuerte empujón fue estrellada en la pared, seguido de un golpe en la costillas derecha, la armadura absorbió el golpe para suerte de Ísabela, dedillos dirigió un golpe justo al rostro pero ella lo logra esquivar, la situación se vuelve apremiante – (debo herirle o jamás dejara de atacarme) en eso recibe una fuerte golpe con el brazo en su rostro, lo que le provoca sangrado de nariz, esto enfurece a la joven, que inmediatamente golpea con su mano izquierda el rostro de su agresor, luego con su espada raja la unión de la armadura a la altura de la cadera ----- AHHHHHHHH------ Grita dedillos al sentir el frio del acero de la espada penetrando su carne ---- dedillos trata de golpearle en el rostro para deshacerle la cara, pero la guerrera para en seco el ataque con un leve giro y le sostiene el antebrazo con la mano izquierda, luego coloca su acero en dirección a la yugular de su oponente.

- BASTA – grita el viejo al ver correr la sangre de su amigo – cálmate ya joven calma tu ira, - Ísabela recobra su calma, pero no sabe qué fue lo que ocurrió. – mira el lugar que tu buscas  se encuentra al norte en el Distrito de los Enanos, busca un lugar que se llama la “Dama Misteriosa” en ese local hay una puerta trasera, úsala y llegaras al lugar que buscas al final de el callejón.
 
- Gracias, ven que fácil era colaborar dijo la joven – pero que dije… pensó para sí mientras abandonaba ese callejón para buscar aquel lugar misterioso.

Debe ser ahí, al entrar la joven se impresiono por la gran cantidad de artefactos antiguos que se encontraban en ese lugar así como cosas increíbles que había logrado ver en sus cortos años de estudio en lo que las sacerdotisas llamaban la “Enciclopedia de la Luz”, al fondo se podía observar una puerta, sin pensarlo se dirigió a ella, su corazón palpitaba rápidamente de la emoción, la puerta estaba abierta, se adentró en el callejón, el cual solo tenía una dirección y vio una puerta al fondo, corrió rápidamente, al entrar a aquel lugar vio a un hombre de muy elegante de unos 35 a 40 años, de contextura delgada, y con una toga negra con ribetes blancos, ella inmediatamente entablo conversación con él, poco a poco se fueron conociendo, él le manifestó que los demás no deberían tardar en llegar que algo los abría demorado,  se presentó como “Joseph Larros” un gilneano, lo cual le asusto mucho, ya que según las historias que recorren la provincia, estos son unas bestias sin control que atacan al menor movimiento, el tranquilizo a Ísabela diciéndole que ellos podían controlar su instinto animal.

A ellos se unió un sacerdote elfo de la noche,  “Aytuen Garragris”, vestía una detallada túnica blanca, con ribetes muy detallados dorados,  Aytuen hablo un montón de cosas referentes a la magia, pero como ella no logro comprender nada debido a los escasos estudios que recibió en el orfanato, solo comprendió que lo que hablaban era grave.

Después se escuchó una voz afuera que hablaba, inmediatamente entro un Dranei, se identificó como “Nisal” y al parecer era quien comandaba esa organización,  se informó de algo que sucedía en la masacre de unas investigaciones de una tal “Zhana” y por ultimo les dio una mala noticia al parecer habían secuestrado a una tal “Kavala” en Forjaz, al informarles se levantaron, se dirigieron al exterior donde un borracho hacia gran algarabía, fastidiando a Ísabela, pero al no poder platicar civilizadamente con el optaron por ignorarlo, el borracho al sentirse ignorado se desnudó, persiguiendo a Ísabela, lo cómico de la situación no permitió a los demás  reaccionar, de pronto se escuchó el silbato de la guardia, y así como habían llegado, de la misma manera ellos los integrante de Vindicationis se habían esfumado, la joven por estar repeliendo al borrachin para no lastimarlo, no se había dado cuenta en que momento había quedado sola, al llegar los guardias arrestaron al lujurioso borrachin, que en estado del alcohol gritaba “déjenme debo ir de nuevo a Rasganorte”

Bueno, será mejor que descanse, después de este raro día debo volver a Villa dorada.


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sábado, 14 de abril de 2012

Asesiato en villa dorada (continuacion)


III.- Asesinato en Elwynn Forest.

A la mañana siguiente, la joven se despertó, abrió sus ojos, y vio claramente el cuarto, era de madera unos cuantos libros dejados olvidados por otros viajeros se encontraban sobre un pequeño escritorio – es tarde – de un brinco se incorporó, se dirigió al baño,  vio la tina y un balde con agua fría, - no queda de otra, será con agua helada.
  
Al llegar a la guarda del pueblo, vio que el alguacil no se encontraba. En cambio vio a un soldado del ejército Real de Ventormenta que estaba sentado esperando, al verla el guardia se levantó,

- Ya era hora – dijo – has de ser Ísabela, la nueva ayudante del Alguacil.

- En efecto señor – mientras hacía un saludo marcial, que el soldado correspondió un poco apenado.

- Hoy te han asignado con migo novata, te enseñare la Villa y los Alrededores – exclamo mientras tomaba su escudo y su espada –  vamos acompáñame, espero no te canses – al momento que lo pronunciaba con un tono irónico.
Ya era de mediodía cuando la pareja patrullaba por el sur del pueblo cuando en eso,

- AGHHHHHHH, SUELTAME, JAMAS TE LO DIRE, AGHHHHHH –

- ¿Que fue eso? ¿de donde proviene?

- Es de las minas que recién se han recuperado de los kobolds, vamos apresura el paso novata. – los dos corrieron lo más que pudieron y al saltar de entre los arbustos, notaron una lúgubre figura un Caballero de la Muerte,  con una armadura tan ostentosa y a la vez con unos pliegues que era reconocible que era de la horda, por sus adornos y tallados, a sus pies se observaba un cuerpo.

- Maldición, un Horda, un asesino - dijo el soldado que vacilo por un momento, pero de inmediato grito – EJERCOTO REAL DE VENTORMENTA, ALTO, ESTA USTED BAJO ARRESTO – de inmediato la figura se envolvió en su capa y corrió en dirección a la mina – ALTO COBARDE, DETENTE ESTAS BAJO ARRESTO – El guardia salió en persecución del fugitivo, mientras exclamaba - Ísabela bríndale ayuda al elfo, yo me encargare de esa rata.

La joven se acercó al herido, pero ya nada podía hacer el cuerpo había perdido la vida, del cuerpo  salió una pequeña bola de energía verde, que ante el asombro de la joven se perdió en el bosque. – está muerto – exclamo, al voltearlo su sorpresa fue mayor, era el mismo elfo que la noche anterior estaba en la oscura esquina de la posada, el mismo con el cual ella se había tropezado, era el cazador, tenía una perforación en la garganta,  la joven busco en sus bolsas pero lo único que encontró fueron 4 monedas de oro y 5 platas, lo raro, es que no había rastro de su mascota, en eso llego el guardia Castellón.

- Se escapó el muy cobarde lo perdí en la mina,  ¿Esta Muerto?.

- Si, le cortaron la yugular, y no trae identificaciones ni nada solo estas monedas.

- Maldición, debemos hacer el reporte, ve a la villa e informa al alguacil de inmediato, debemos hacer un rastreo de toda la zona, la patrulla de caminos debería estar llegando, hay que aprovechar el tiempo corre. – sin mediar palabras la joven corrió velozmente hasta la villa, donde encontró al alguacil pasando lista de las tropas.

- Que pasa Ísabela, estas más pálida que un no muerto, - interrogo mientras reponía el aliento –

- Señor un Caballero de la Muerte Horda, en el Bosque, asesino a un elfo de la noche que se hospedaba en la posada, y creo pertenecía a la milicia ya que portaba el tabardo de la alianza, su cuerpo yace a 500 metros al sur del pueblo cerca de la mina, el guardia le dio persecución hacia la mina, pero escapo.

- Maldición, estos hordas no respetan, ATENCION PELOTÓN, ALISTEN SUS ARMAS, VAMOS DE CACERIA DE HORDAS, alférez busca voluntarios en el pueblo, muchos estarán ansiosos de poner sus manos sobre este horda, Tomasen, ve a la posada busca datos de elfos de las noches, Ísabela tu descansa ha sido un día ajetreado para ti.

------ MÁS TARDE____

- Vaya que fue un día cansado – pensaba la joven mientras se terminaba de vestir, después de asear su cuerpo – todo el día cargando esta pesada armadura es agotador, deberían de darnos unos caballos para patrullar, - mientras da vueltas por la habitación ve un sobre justo bajo la cama – como llego esto hay – lo abrió y leyó
Estimado Ciudadano:
Por este medio te solicito que asistas en 3 días a una reunión de gran importancia en Ventormenta en el callejón desolladores, te he estado observando y considero que tienes capacidades para la causa, debes destruir este papel al tan solo leerlo

V”
   
- ¿Qué extraño de donde salió esto?, ¿será para mí? ¿O se habrán equivocado? Bueno me alistare la alférez Elena no debe tardar, me pondré mi armadura para evitar cualquier reprimenda… Toc, Toc, - es ella – la joven se dirigió a la puerta, al abrirla el Caballero de la Muerte estaba frente a ella.

- AHHHHH – grito mientras retrocedía -  EL HORDA

- Calla estúpida humana o te matare, solo dame la carta - la joven tomo el escudo que había dejado a un costado del escritorio, trato de cargar pero el Horda ya estaba frente a ella, trato de empujarlo con su escudo, pero de un puñetazo fue tirada hacia el estante – Solo dame la carta – Ísabela le lanzo la espada pero el horda la esquivo fácilmente – el elfo te dio la nota, entrégamela – mientras agarraba a Ísabela del cuello asfixiándola lentamente, ella trato de golpearlo con su puño y con el escudo, pero eso no hacía mella en el Horda – No me hagas perder mi tiempo humana.

- OLLE TU SUELTALA, - otro caballero de la muerte un Huarguen, entraba a la habitación mientras atraía hacia él, al Horda, ambos chocaron sus aceros, el horda lanzo al Huarguen hacia el escritorio quebrándolo por mitad, un lobo se abalanzo contra el horda, era la mascota de un cazador la cual fue repelida de una patada, era otro Huarguen, en la puerta también entraban una gnoma sacerdotisa, un gnomo y un humano ambos caballeros de la muerte, así mismo se asomó la alférez,  habían escuchado el grito de Ísabela, y habían venido a auxiliarla, todos cargaron contra el horda pero este se envolvió en una burbuja verde, hizo un conjuro y un sin número de zombis aparecieron, la batalla se tornó difícil no podían contener al Horda, era como si cada vez que golpeara absorbiera la vida de los atacados,  cuando se disponía a dar el toque de gracia al Huarguen DK, el humano lo jalo con un poder oscuro hacia él, y el horda hizo lo mismo con el Huarguen cazador, atravesándolo por la mitad, Ísabela no podía creer que este ser fuese tan fuerte, siete personas luchando contra uno y ya había matado a uno, y ella estaba fuera de combate, el lobo al ver a su amo morir aulló y se lanzó hacia el mordiéndole el brazo, pero no pudo penetrar la pesada armadura, el horda le dio un puñetazo en el cráneo y el lobo cayó al piso compartiendo el destino de su amo, el horda a pesar de tener la silueta de un elfo de sangre, era extremadamente poderoso, pero a pesar de su fortaleza seguían llegando cada vez mas contendientes y fue reducido a la impotencia.

- NO LO MATEN, - dijo el alguacil – es necesario interrogarlo – se voltio hacia la guerrera, y le pregunto - ¿Te encuentras bien Ísabela?

- Viva, señor, pero… – tratando de levantarse a la vez que perdía el equilibrio -
- por lo que veo, necesitaras una licencia, este es un gran criminal, seis habilidosos héroes y no pudieron contenerlo, - se dirigió al elfo que ya había sido despojado de su armadura - ¿Cuál es tu nombre valiente guerrero? – El elfo lo quedo viendo con rabia.

- Señor, es el quien asesino al elfo, y frente a nosotros le quito la vida a ese Huarguen – exclamo el guardia –

- ¿dime porque los mataste? Estás loco o psicótico para atacar a un ayudante de alguacil en medio de un pueblo de la alianza a pocos kilómetros de Ventormenta.  – el alguacil vio un anillo que a propósito le mostro simuladamente el horda – guardias llévenselo a la celda. De inmediato. – Todos los presentes se extrañaron de la reacción del alguacil, y así como se llenó la planta alta de curiosos se despejo, todos detrás del elfo de sangre que había sido capturado, muchos pedían a gritos lo lincharen, pero el alguacil no lo permitió.
     
 - Todo esto es demasiado raro –pensaba  mientras la enfermera curaba sus lesiones – augh –

- te dolerá un poco, pero entre más presionado este más rápido sanaras, en tres días estarás mejor, aunque el alguacil dijo que te dieran 5 días de licencia, con la edad se vuelven más blandos.

- tres días – recordó la nota, pero esta la había dejado caer durante la lucha –

- Hoy deberás quedarte aquí en la enfermería, al parecer no hay habitaciones en la posada, más que se destruyeron cuatro en la contienda, buenas noches apagas la lámpara.

- Gracias, buenas noches.
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Villa Dorada, Asesinato en Villa Dorada


II.- Rumbo Villa Dorada

Al día siguiente al despertar y mientras desayunaba con las tropas del escuadrón de recién reclutados, se acercó a mí un soldado;

- Eres tu Ísabela?

- Si yo soy, dígame en que le puedo ayudar.

- necesito me acompañe. - le mire extrañado, deje mi desayuno, y camine con el, aunque este caminar fue muy helado a mi parecer, el era alguien de muy pocas palabras, creo que es algo muy característico de los que entran a la milicia y deciden vivir en ella, recuerdo los tiempos que paseaba por Villanorte y nos topábamos por casualidad con los guardias cuando hacían la ronda, era solo una leve sonrisa, nos despachaban o reprendían pero de eso, no pasaba, por qué tanto silencio me intrigo, pero sé que algún día lo comprenderé.

- Llegamos, entra.

- Gracias - Entre deslizando suavemente la cortina que cubría la entrada a la tienda, al entrar vi una armadura dorada sobre un maniquí, y a un costado sentado en un cómodo sillón, estaba el alguacil - Señor - inmediatamente recordé el saludo militar y la posición de firme, cuantas veces no jugamos al soldado y la guerra en el orfanato, hoy ya no era un juego era una realidad, mi sueño se estaba cumpliendo.

- Descansa, Recluta - dijo suavemente el Alguacil - Ísabela, eres joven aun, me recuerdas a mí, jaja, - mientras me rodeaba, lo cual me puso nerviosa, - Eres una guerrera, eres atrevida, y me has demostrado que ciertamente te interesa la seguridad de Villanorte, pero sabes, aquí las cosas ya están tranquilas - con su mano toma un manzana y saca un pequeño cuchillo, ese comentario me nublo el pensamiento, que pasa, ya no soy necesaria? ¿Solo fue algo pasajero?-

- Sabes Ísabela, algo me dice que ese coraje que tú tienes, será de gran valor para aquellos con los cuales defiendas los estandartes de libertad, y he estado pensando, y tu siguiente misión será proteger el Bosque de Elwynn.

- Señor...

- Si aceptas, te daré unos papeles para el Alguacil Dughan, que está en Villa Dorada.

- Si Señor - la emoción invadió mi cuerpo sentía como la adrenalina vibraba al saber que era tomada en cuenta para algo tan importante, sería la mensajera.

- Perfecto, Falkhaan pasa!! – en eso entro un señor de pelo rubio y no muy largo –

- Si Señor!!

- Ella será la mensajera que ira a Villa Dorada, necesito le des instrucciones.

- Si Señor, Mensajera!!, El viaje es cansado y serás presa del agotamiento, y no hay mejor lugar para descansar que la posada “Orgullo de León” , - en ese momento de su bolsa saco un vale – toma, Mi mejor amigo el tabernero Farley te dará una habitación cómoda, en la cual podrás descansar durante tu estadía y servicio en el pueblo, el reconocerá este vale.

- Gracias, muy amable.

- A tu servicio, madame.

- Ísabela – interrumpió el alguacil que durante todo ese tiempo  había estado escribiendo en unos pliegos, los cuales enrollo, y con una candela hecho cera, y luego lo sello con su anillo, - toma … - tome en mis manos el pergamino, y el sello del anillo había quedado impreso en la cera, el escudo de armas de Ventormenta y las iniciales del Alguacil en la parte baja – Cuídalo, más que a tu propia vida.

- Sí, señor, respondí.

- Estas servida – al decir esto apresure mi salida del campamento, busque por caballos en los alrededores pero era más que evidente,  debía realizar esta travesía a pie, los Orcos habían asesinado a todos los caballos.

La Travesía, fue extenuante, la joven no estaba acostumbrada a cargar ningún tipo de armadura, y ahora se veía cargando una pesada armadura de malla, el viaje le tomo casi dos días, durante el camino se encontró con varios cazadores, al llegar a Villa Dorada vio un gran número de personas aglutinadas, - Que pasara? – se preguntó, sería que había alguna feria, la algarabía y los curiosos eran numerosos, de pronto noto que muchas personas luchaban entre sí, era una especie de competencia;

- LLEONIDASS A VENCIDO A LA DRUIDA DIANA EN UN DUELO – Grito un hombre mientras era vitoreado el ganador.

- REDSPIRITU A VENCIDO A REHINOL EN UN DUELO – Grito otro hombre mientras el otro ganador era vitoreado por la multitud.

- Si es extraño y bullicioso este pueblo ahora, -pensó – vio la entrada de la taberna y entro – será mejor que deje acá mi armadura antes de entregar el informe – antes  de entrar voltio y vio al centro de la calle principal se encontraba un oficial con un corte de pelo como de una tabla, por sus insignias debía ser alguien de alto rango.

- Primero, lo primero,- dijo para si -  la joven se acercó a el:

Isabela: Buenas tardes, señor – mientras hacia el respectivo saludo militar – necesito su colaboración.

Oficial: Buenas Tardes, - mientras inspeccionaba a la joven que lucía unos casi harapientos vestuarios, sucios debido al camino -  soldado, noto que no traes puesta tu armadura, o me quieres tomar el pelo?

Ísabela: Negativo, señor, vengo de Villanorte y traigo un informe especial para mi señor el Alguacil Dughan, solicito audiencia con el, si usted señor conoce su paradero.

Oficial: De Villanorte, eh, aun así debería portar su armadura de forma permanente, soldado.

Ísabela: Es muy pesada para este largo viaje señor. – trato de justificar la joven.

Oficial: Disciplina es lo que se necesita en el ejército, no por portar un tabardo de recluta te respetaran, te respetaran por lo que muestras, por lo que portas, por tu armadura, siempre limpia, brillante, como la luz, resplandeciente,…, eso es lo que debes hacer, o que haría soldado –mientras rodeaba a la joven- si durante el camino te salieran de esos malhechores que asedian en los bosques? – lamentablemente tiene razón, soy una ilusa, pensó la joven -  No podrías resistir sin tu armadura y serias UNA DESHONRA PARA LA MILICIA.

Ísabela: Lo siento, señor – trato de increpar la joven-

Oficial: LO SIENTO, que es eso, que crees, que estas en una panadería o en un viñedo, no Soldado, usted ingreso al Ejercito, y la milicia necesita Carácter, Disciplina, Honor. Porque crees que los soldados son tan fieros en combate?, crees que por llevar su armadura en un mezcal? ¡NOOOO¡ es porque se hacen uno con su armadura, llegan a conocer sus bondades y sus limitantes, comprendes soldado?

Ísabela: Si, señor, no volverá a ocurrir jamás, pero necesito ver al Alguacil…-es interrumpida

Oficial: Ah, si el informe, sabes, Villanorte es un Jardín comparado con el Bosque de Elwynn; me pregunto qué querrá McBride,  entrégamelo, yo se lo daré al inútil, bueno para nada de Dughan. – Ísabela saco de su pecho el informe, lo que sorprendió al oficial, el cual lo tomo, lo abrió, y comenzó a leer:
                INFORME: Orcos Roca Negra
Una fuerza invasora de Orcos Roca Negra ha surgido en el valle, Este ataque parece precursor de algo más insidioso, Avisa al Magistrado Salomón de Villa del Lago.
DISTINCIÓN:
El Portador de estos documentos será condecorado con el rango de “Ayudante de Alguacil del Ejercito de Ventormenta” por haber servido a Villanorte con entusiasmo y especial atención, confió en que esta persona les resulte útil en el Bosque de Elwynn.

Firma:
Alguacil Douglas McBride
Ejercito de Ventormenta, Villanorte”

Oficial: Vaya, dice que te ha nombrado ayudante del alguacil de Ventormenta. Enhorabuena. – Ísabela no podía creer lo que escuchaba, ya no era una simple recluta, era una ayudante de Alguacil –

Ísabela: Señor, aun así debo recibir instrucciones del Alguacil Dughan. – pensó seria inoportuno, pero era necesario que el alguacil se enterase de su presencia, no debía correr el riesgo de permanecer de brazos cruzados y perder esta gran oportunidad que se abría frente a sus ojos.

Oficial: No puedo más que desearte buena suerte – con una pícara sonrisa en su rostro-  ya que el ejército anda ocupado con los asuntos de la nobleza,  Que misteriosa es la política en estos tiempos difíciles, y no te preocupes por tus asignaciones, ¿cuál es tu nombre por cierto?

Ísabela: Ísabela, señor.

Oficial: Mucho gusto Ísabela, Ayudante de Alguacil Ísabela, mi nombre es Dughan, - ¿Cómo dijo que se llamaba? - muchos me dicen Alguacil, ve y descansa en la posada. A primera hora te espero.

Ísabela: Si, Alguacil, a sus órdenes, - mientras este se dirigía desenvainando su espada en dirección al grupo de duelistas –

Alguacil: MUY BIEN GUIRROS, LES ENSEÑARE COMO SE HACE, LO HARE SOLO UNA VEZ ASÍ QUE APRENDAN.

La joven se dirigió rápidamente a la entrada de la taberna, la tomadura de pelo de la cual fue objeto, la habría evitado si desde un inicio hubiese visto la insignia de Alguacil en su pecho, pero esto no le causaba desanimo, más bien se reía de la inocencia con la que había caído.

La taberna estaba bien concurrida, muchos cansados de sus duelos y aventuras se habían apostado en el lugar para descansar, a pesar de ser una villa humana, la cantidad de miembros de otra razas de la alianza era increíble, elfos, enanos, draneis y uno que otro gnomo, al frente de todo el movimiento que había en la taberna se encontraba un señor de traje café y camisa roja, con un centro café, era de edad avanzada o eso aparentaba debido a la falta de pelo en la parte superior de su cabeza y la abundancia en la parte inferior, el con gran acierto daba las instrucciones a camareras y camareros, él debía ser el Tabernero Farley, la joven se dirigio hacia el, pero el a pesar de estar tan atareado se percató inmediatamente de la presencia y las dirección a la cual se dirigía:

- Buenas noches joven, bienvenida al “Orgullo de León”, en que podemos ayudarte, mi nombre es Farley y soy e tabernero.

- Buenas Noches, señor, tengo algo de parte del señor Falkhaan. – al escuchar ese nombre una sonrisa se mostró en el rostro del tabernero, Ísabela saco un vale y se lo entrego.

- Ya veo, bueno mensajera del alguacil, este lugar se caracteriza por su ¡Descanso y Relax para quien no puede más! – al decirlo el tabernero hizo unos ademanes que le parecieron raros a la joven, Farley al notarlo, se entristeció, - Que pasa no te gusta nuestro lema?

- Ahh, si, rima, está lindo – dijo la joven para salir del apuro.

- Cuál es tu nombre viajera?, no es justo no conocer el nombre de una guerrera que nos visite… - dijo con una leve sonrisa -

- Ísabela de Villanorte, un placer.

- Perfecto, un placer Ísabela, por favor, mientras la camarera prepara tu habitación, toma asiento cerca del fuego, dale un respiro a tu cansado cuerpo,  si deseas probar de nuestra excelente comida o bebida solo háznoslo saber, será un placer atenderte. – mientras se inclinaba cortésmente –

- gracias, estaré en el salón.

Mientras disfrutaba de las llamas que se formaban en la fogata, dado que con el cansancio que sentía, no se consideraba con ánimo para entablar conversación con los otros huéspedes, noto que en un rincón de la habitación estaba un elfo de la noche, por su armadura de cota de malla, parecía ser un cazador, de pelo blanco y largo, portaba un tabardo de la alianza, lucía una guerrera verde con dorado al igual que sus pantalones, sus hombreras eran de doble cobertura y tenían unas púas en sus lados, por su raza se veía formidable, en eso se le acerco la camarera:

- buenas noches, joven su recamara esta lista, si gusta acompañarme?

- claro. – la guerrera se levantó y camino en dirección a su habitación, mañana será otra día, dijo para sí, cuando estaba por subir los escalones tropezó con alguien que casi la bota, - perdón, no lo vi.

- No te preocupes, descuida  la culpa fue mía humana – dijo el elfo, al cual había estado observando hacia no menos de tres minutos, el elfo la ayudo a levantar sus cosas, y mientras lo hacía deposito un sobre en el mezcal de la armadura de la joven. –

- Gracias, Buenas noches.

- Igual que descanses. – la joven siguió a la camarera hasta la que sería su recamara.

- Bueno, esta es su habitación, que descanse señorita.

- Gracias, por sus servicios. – mientras le entregaba unas monedas de cobre, la joven cerró la puerta, vio la habitación y la cómoda cama que se tendía casi frente a ella, - por fin - tiro el mezcal esparciéndose todas las piezas de armadura, se quitó sus botas y se tiro a la cama.
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miércoles, 11 de abril de 2012

El Comienzo

 I.- EL COMIENZO
Era una noche de invierno, de pronto la paz normal en aquella abadía se vio afectada por un brusco murmullo, a voces los soldados de la guarda comenzaron a alinearse ante un inminente ataque, en la oscuridad de la noche, la tensión de tal situación se volvía casi asfixiante, de pronto al otro lado del riachuelo, se pudo observar como comenzaba a ser incendiado, aquellos campos de vino, del más exquisito vino de la comarca, digno de ser llevado a las mejores despensas y bares de Forjaz, estaba en llamas… mientras el miedo hacia mella entre los que se encontraban en la abadía, una joven rompía un cristal, y escapaba de aquella trampa mortal, si los invasores lograban derrotar la floja guarda, los niños y monjas de la abadía se verían acorralados, los golpes de espada rifles, y las saetas volando en los cielos se hacían más frecuentes, hasta que el estruendo de una explosión dio un claro panorama de lo que pasaba en el campo de batalla, era un enorme contingente de orcos, que de alguna extraña forma habían logrado !@#$trar el valle, a través de las montañas.

- Olle joven – dijo a duras penas un soldado quien se encontraba gravemente herido recostado en un árbol tratando de esconderse entre las penumbras, - ayúdame te lo suplico.- Me acerque al soldado, pero un hacha había atravesado su costado y de la herida brotaba gran cantidad de sangre, su rostro cada vez mas palidecía y podía verse como sus ojos eran arrebatados por la penumbra, era su fin, rápidamente tome una espada y me abalance sobre la mole de carne y huesos, el era muy fuerte, si perdía el equilibrio y me soltaba era mi fin.-

- Ogar kil´azi no´ku – gritaba el orco mientras trataba de quitarme de su ancha espalda, en ese momento pude observar que en la mano sangrienta del soldado aun estaba su espada, el orco trato de quitarme estrellándose en el árbol, en ese momento salte de su lomo patee su rostro y caí de pie frente al cuerpo inerte del soldado, rápidamente tome su espada. El orco me vio fijamente:

- [orco] Rega – inmediatamente cargo.

===================Recuerdo=========================

- Vamos niña, da lo mejor de ti – repetía el instructor Beshere- mientras mantenía firme su espada, cargue contra él pero nuevamente el me desarmo.- vamos, lo puedes hacer mejor

- Claro que si,…, puedo – tome nuevamente mi espada, cargue a su posición e inmediatamente ambas espadas tronaron en el aire, las chispas brillaban como fuego de forja, - aggghhh – nuevamente me desarmo.

- Que te pasa debes mantener tus manos firmes, que piensas? Que la horda te atacara con un ramo de rosas?.- Caí de rodillas, el cansancio hacia mella en mí, pero el continuo su parloteo.- Mira Ísabela, Ventormenta es el Pilar de la Raza humana, y se mantiene gracias a la fuerza de voluntad y al filo de una Fuerte Espada, y tú debes de mantenerte firme, en muchas ocasiones tu enemigo será muy superior a ti, en fuerza como en tamaño, pero debes hacer gala de tu astucia, ustedes las mujeres saben cómo matar de otras formas jaja.

- Eso no es para nada gracioso.

- Pero, si lo piensas bien, y la espada pesa demasiado, tus omeletes y tus guisos, bien podrían matar al más fuerte de los tauren jaja. Eso te enfurece pequeña – mientras la joven toma un puñado de tierra en sus manos ya con ira – y eso que no he traido a la luz la ves que quemaste el agua. Jaja –

- Basta de tus mofas- la joven cargo inmediatamente contra el instructor pero esta vez, choco levemente contra el acero, giro rápidamente y con un tirón a su capa lo hizo caer. – Tenias razón instructor entre más grandes son, mas fácil y fuerte caen. – mientras le tendía la mano para que se levantase.

=================== A la Acción===============================

El orco casi estaba sobre mí, el con su enorme armadura y yo tan solo con una espada, en lo que el orco golpeo rodee, poniéndome al cubierto del tronco del árbol, hay encontré el escudo del soldado, lo tome, el orco nuevamente meció su enorme hacha la cual resbalo en el escudo y se incrusto en el árbol, mientras trataba de extraerla le herí en el pliegue de la armadura , la bestia chillo de dolor, y con una manotada me mando a volar, rodé para amortiguar el golpe, cargue contra él con los bordes de mi escudo y lo golpee en el rostro, el orco cayo desmayado, en ese momento llegaron unos soldados a los establos y me ayudaron a incorporarme.

- Eres valiente joven. Soy el Sargento Willem del ejercito de Ventormenta, pude ver tus actos a la distancia, crei no llegaríamos a tiempo pero…

-BAM, - el orco yacía muerto de un escopetazo. – Veo que te la arreglaste para sobrevivir y aun causarle molestias a esta cosa, - Acompáñame rápido pequeña – me dijo mientras me tomaba de la mano, todos se reúnen en la puerta de la abadía. Es necesario contraatacar.

====================En las Puertas de la Abadía====================

- Soy el Alguacil Mac Bride, Eh! Ciudadana pareces fuerte, nosotros, los guardias, no tenemos una presencia demasiado densa ahí afuera, podría necesitar tu ayuda! Cómo te llamas?

- Mi nombre es Ísabela y crecí en este lugar y no estoy dispuesta a que estos niños sean pasados al filo del acero.

- Bien, Bien guarda esas energías para los orcos, oye tu Sebastián encárgate de que nada le falte a la joven, a perdón… Ísabela.

- Acompáñame, te daré una armadura y armas, veras no será lo mejor pero con esto es más seguro que no te mataran tan fácil.

- Que motivadoras sus palabras, señor…

- Jeje, no creas que son crueles, soy un Registrador del Ejercito de Ventormenta, y créeme cuando te digo esto, es por experiencia. Toma aquí está tu armadura guerrera me buscas si sobrevives para enlistarte en el ejercito, si vuelves en una sola pieza jaja.

-(Idiota, si así dan ánimo a las tropas, es casi seguro que ganaremos esta guerra) -

- ATENCION VA HABLAR EL ALGUACIL.

Una gran diversidad de valientes, pasantes y soldados se abocaron al frente del hechizo campamento de la guardia Real de Ventormenta:

- HERMANOS, CONCIUDADANOS, DE VENTORMENTA Y LAS PROVINCIAS, SOLDADOS Y VOLUNTARIOS, HOY LA CORONA LOS LLAMA, A MANTENER PIE DE GUERRA, A PONER FIN A ESTA INVASIÓN, … - señala al otro costado del rio donde estaban los viñedos y que ahora está en llamas- ¡LA ARRASADORA HORDA ORCA, ESTA LIDERADA POR UNA BESTIA SALVAJE CONOCIDA COMO “KURTOK EL DESTRIPADOR” KURTOK ES EL RESPONSABLE DE LA RECIENTE INVASIÓN, DE LA DESTRUCCIÓN DE SUS CAMPIÑAS Y VIÑEDOS, DE SUS HOGARES, DE LA MUERTE DE SUS FAMILIAS, Y HOY DEBE SER ASESINADO SI QUEREMOS LOGRAR QUE VUELVA LA PAZ EN EL VALLE, MARCHAREMOS HACIA EL ESTE, ATRAVESAREMOS EL RIO Y LOS VIÑEDOS EN LLAMAS, Y GRACIAS A LOS GNOMOS UN EQUIPO SE ENCARGARÁ DE APAGAR CON SUS EQUIPOS ESPECIALES EL INCENDIO, EL RESTO PROSEGUIREMOS EL PASADIZO QUE CONDUCE A LAS MONTAÑAS, HAY ESTARAN LOS ORCOS PREPARANDOSE PARA ORQUESTAR OTRO ATAQUE PERO ESTA VEZ, SEREMOS NOSOTROS QUIENES LOS ATACAREMOS, LO DE AYER EN LA NOCHE SERA VENGADO AL AMANECER. POR VENTORMENTA, POR LA ALIANZA.

El pueblo al terminar el discurso entro en algarabía, no cavia duda alguna que era un líder innato, de él solo había escuchado rumores, pero todos ellos se quedaban cortos, que capacidad de mover e incentivar la gente, con razón Sebastián descorazonaba a la gente antes de la batalla para que el alguacil se encargara de levantar la moral y avivar las llamas de guerra.

La marcha fue larga al pasar los viñedos el sargento identifico donde estaban los vigías orcos, los cuales fueron neutralizados por los asesinos del IV-7, rápidamente al estar a distancia de arco, los arqueros comenzaron el ataque rápidamente el factor sorpresa nos fue dando la victoria.

Cuando estaba cargando contra un orco dos me cayeron de improviso caí en medio de unos barriles, pero aproveche a rodar los mismos contra ellos, haciéndoles perder el equilibrio, un mago se encargo de incinerar a unos de los orcos mientras un sacerdote sanaba mis heridas con su fe atreves de la luz, un cazador se vio en apuros contra un orco, pero puede interponer mi escudo en su camino y librarlo de una segura muerte, en eso de las sombras salió un enorme orco de pesada armadura, los soldados al verlo retrocedieron, sin lugar a dudas el era “Kurtok” a sus gritos los orcos se reagruparon, el lanzo su hacha contra mi rajando mi escudo, cargue contra el y logre desgarrar su armadura, pero me tomo con una de sus manos y me levanto con una de sus manos, pensé que era mi fin pero llego el sargento e incrusto su espada en su coraza, cuando el orco callo, me solto, y hay muchos soldados y voluntarios cayeron contra el líder orco, por más que él quisiera incorporarse, jamás lo lograría, la batalla fue realmente corta lo mas unos 25 minutos, el cansancio me hiso mella, el cargar una pesada armadura es algo totalmente agotador muchos orcos fueron ajusticiados después de rendirse, cobardes, después de matar a niños e inocentes buscaban clemencia, que raza más perversa.

Después de regresar a la abadía, evite a toda costa que las monjas y sacerdotisas me reconocieran, había logrado cumplir mis metas, escapar de mi prisión y luchar contra los orcos.
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